El uso de lubricantes íntimos no solo mejora la comodidad y el placer en las relaciones sexuales, sino que también ayuda a prevenir irritaciones y sequedad. Sin embargo, no todos los lubricantes son iguales. Existen diferentes tipos con características específicas que los hacen más o menos adecuados según la situación. En esta guía, te explicamos las principales diferencias entre los lubricantes a base de agua, silicona y aceite para que elijas el mejor para vos.

Lubricantes a base de agua

Son los más comunes y versátiles. Se pueden usar con preservativos y juguetes sexuales sin riesgo de dañarlos. Son fáciles de limpiar y no dejan residuos pegajosos. Sin embargo, tienden a evaporarse rápidamente, por lo que puede ser necesario reaplicarlos durante la actividad.

Ideales para: uso diario, juguetes sexuales, sexo con preservativo.

Lubricantes a base de silicona

Tienen una textura sedosa y duran más tiempo sin necesidad de reaplicación. No se disuelven en agua, por lo que son ideales para encuentros en la ducha o la piscina. Sin embargo, no son recomendados para su uso con juguetes de silicona, ya que pueden deteriorar el material.

Ideales para: relaciones prolongadas, sexo en el agua, pieles sensibles.

Aceites

Suele haber mucha confusión con este tipo de productos cosméticos. Funcionan muy bien para masajes corporales y juegos previos. No obstante, no sirven para lubricación intima y no se deben usar con preservativos de látex, ya que pueden debilitarlos y aumentar el riesgo de rotura.

Ideales para: masajes íntimos, hidratación corporal.

¿Cuál elegir?

La elección del lubricante adecuado dependerá de tus necesidades y preferencias personales. Si buscás algo compatible con todo, elegí uno a base de agua. Para mayor durabilidad y resistencia al agua, optá por silicona. Y si preferís algo más denso para masajes o juegos previos, los aceites pueden ser tu mejor opción.

Explorá las opciones y mejorá tu bienestar sexual con el lubricante perfecto para vos. ¡Tu comodidad y placer son lo más importante!